CARACAS – Un plan para la asistencia médica y banco de medicinas desarrolla de manera conjunta la iglesia católica y Caritas Venezuela en la frontera entre San Antonio del Táchira y Villa del Rosario (Colombia), para atender tanto a venezolanos como a colombianos que lo necesiten, informó Mario Moronta, Obispo de la Diócesis de San Cristóbal
Debido a la escasez de medicamentos en Venezuela y los altos costos de los existentes en el mercado, representantes de las diócesis de San Cristóbal y Cúcuta adelantan un plan de atención que además de donación de medicinas considera la asistencia médica a los habitantes de la frontera, migrantes y a quienes se desplazan hasta la zona en busca de algún medicamento.
El monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal anunció que en vista de las carencias que existen en la zona fronteriza, en los próximos días se inaugurará un banco de medicinas para mitigar las necesidades de las personas más vulnerables.
Al banco de medicinas puede tener acceso tanto la población venezolana como la colombiana de bajos recursos económicos, “La idea que se tiene es atender al mayor número de personas que sea posible. A los que vienen de afuera (centro y oriente del país) que probablemente vienen a comprar en Cúcuta o a personas de las poblaciones de San Antonio, Ureña, Villa del Rosario, Cúcuta”, dijo Moronta.
El banco de medicinas será coordinado por representantes de Caritas en el municipio Bolívar, conjuntamente con cinco parroquias de la zona fronteriza y organizaciones internacionales. Los medicamentos serán entregados a los pacientes previa evaluación médica para corroborar que el fármaco solicitado es el correcto.
Por su parte, el obispo de la diócesis de Cúcuta, Víctor Manuel Ochoa, anunció que gracias al apoyo del programa mundial de alimentos, de las instituciones de caridad de la iglesia y del Vaticano, las ayudas se continúan dando y actualmente han alcanzado las 13.000 porciones de alimentos servidos a diario. “Estas ayudas se dan, gracias a la caridad de la iglesia”, destacó el obispo.
La casa de paso Divina Providencia, los comedores de caridad en Cúcuta, el centro de migraciones de la diócesis, además de la atención a los venezolanos en todas las parroquias de la frontera es parte del trabajo coordinado que se viene desarrollando, dijo el obispo colombiano.
“El trabajo no es solo con los migrantes venezolanos, también con los Colombianos retornados que es un número muy grande y urgente de atender”, señaló.
