CARACAS- El economista Luis Enrique Gavazut, investigador independiente en Ciencias Sociales, considera que el anuncio de que el Banco Central de Venezuela dejará en manos de la banca pública y privada el establecimiento de la tasa de cambio a través de las denominadas mesas de cambio y esto constituye “una liberalización definitiva del mercado cambiario en Venezuela donde ya no va a existir una intervención o un control por parte de la autoridad monetaria, sino oferta, demanda y tipo de cambio”.
Gavazut explicó que confluyen varios elementos como la severa sequía de liquidez en bolívares dada a la política restrictiva que ha venido adoptando de manera sistemática el BCV pero además eso ha motivado que venga ocurriendo una dolarización de facto, porque no habiendo suficiente moneda circulante, las personas utilizan otras monedas, esto ha hecho que se observe una circulación importante de monedas extranjeras en transacciones cotidianas”.
Considera que con esta medida que se acaba de adoptar se pretende captar ese circulante de moneda extranjera para que “el mecanismo a través de la banca comience a operar de una manera normal, la atracción de ese flujo de divisas pudiera terminar en el circuito bancario y financiero de la economía nacional que en definitiva podría ir recomponiendo un mercado cambiario relativamente estable en el país”.
Advirtió que este nuevo sistema de las mesas de cambio podría generar un nuevo mecanismo de fuga de divisas.
“Eso va a depender del volumen de divisas, del tamaño del mercado cambiario porque en la medida que haya abundancia de divisas, los agentes cambiarios tenderán a ir soltando esas divisas hacia la economía de una manera más fluida”, precisó.
Destacó que el Dicom tiende a desaparecer debido a que el Estado no tiene divisas para ofertar. “El Dicom puede desaparecer definitivamente y ya no exista un mercado cambiario controlado por el Estado”.
Por su parte Asdrúbal Oliveros director de Ecoanalítica, manifestó la existente dificultad de las entidades bancarias para ejecutar transacciones debido a las condiciones en que se encuentran desde el aumento a 100% del encaje legal, así como las limitaciones de los venezolanos para comprar divisas, esto, en cuanto al establecimiento de las mesas de dinero.
Recalcó que producto de las sanciones y la elevada corrupción, las operaciones que implican compra-venta de divisas por parte de actores venezolanos son objeto de una exhaustiva revisión, haciendo engorroso y lento un proceso normal en cualquier parte.
También sostuvo que el “Dicom murió básicamente porque el BCV está sancionado”.
A su juicio, “en la práctica no va a percibirse en la población, la estructura de un desmontaje del control cambiario”.
Finalmente indicó que “es una especie de estructura paralela que se creó y que podría resultar con cierto beneficio para algunas empresas, pero el Gobierno no está preocupado por el tema económico”.
“La calidad de vida de la gente va a mejorar cuando se solucione el problema político y eso suena muy fácil, pero en realidad resulta una gran tragedia”, concluyó.
