CARACAS – El presidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal, alertó que el racionamiento eléctrico que está aplicando el Gobierno venezolano en 20 estados, está afectando la producción de los empresarios y abastecimiento de alimentos en el país.
Señaló que se están generando serios problemas en los sectores productivos porque muchas empresas no tienen plantas eléctricas, y en la cadena de refrigeración, la producción ya se ha visto afectada, lo que genera fallas en el abastecimiento de los alimentos.
Afirmó el vocero gremial que hasta el momento no cuentan con cálculos relativos a las pérdidas que han ocasionado los apagones desde el pasado 7 de marzo, sin embargo estiman que el primero de los sucesos que duró 5 días, el saldo diario en pérdidas se aproxima a 200 millones de dólares.
No obstante, las pérdidas por lo últimos apagones registrados son más difíciles de calcular dado la intermitencia del servicios eléctrico.
Ganaderos en emergencia
Pero las pérdidas no han sido solo en masa monetaria y la industria alimenticia sufre también consecuencias devastadoras.
Por su parte, la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) indicó que en un país que sufre desde hace ya algunos años escasez de alimentos, desabastecimiento e hiperinflación, el primer apagón arrojó pérdidas por 5,5 millones de dólares a los productores de carne y lácteos.
Igualmente, hay denuncias por la pérdida por descomposición de enormes cantidades de alimentos refrigerados y que según la Asamblea Nacional, por cada hora de apagón, se perdieron 9.747 kilos de carne.
Asimismo, tan sólo al norte del estado Táchira, se perdieron más 100.000 litros de leche durante la semana del 25 de marzo, cuando toda Venezuela volvió a quedar en penumbras.
Aunque el gobierno insiste en que los apagones fueron originados por un ataque de Estados Unidos y la oposición de forma “cibernética” y con un fusil de larga distancia, la oposición alega que todo es consecuencia de la falta de mantenimiento y la corrupción de Estado.
Para solventar la crítica situación, Maduro puso en marcha un plan de racionamiento durante 30 días, con el que 20 estados del país se quedarán sin luz al menos 18 horas por semana, quedando excluida Caracas, Vargas y regiones fronterizas de Amazonas y Delta Amacuro
