CARACAS- Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y presidente interino de Venezuela, presentó el Plan País ante los empresarios venezolanos y envió un mensaje de confianza al sector privado, manifestando que hay que generar trabajo para el venezolano y no las cajas clap.
Guaidó comenzó su intervención hablando sobre la necesidad de reconstruir al país, del sacrificio que no ha sido en vano, que hay que resistir y creer en Venezuela para que tengamos resultados a corto plazo.
Consideró que la iniciativa privada es un valor que se debe rescatar; es necesario el rescate económico, y para eso se ha venido trabajando en el Plan País pues ese rescate según su criterio, debía venir de la mano de la empresa privada; tomando en cuenta que el desarrollo de cualquier área económica lo necesita.
“El emprendimiento del venezolano creo que hoy queda reivindicado paradójicamente; pues al tratar de estigmatizar a la empresa privada, quedan reivindicados los empresarios, quienes son los que fomentan el empleo y la riqueza”, manifestó.
Guaidó manifestó que tampoco es cierto que el venezolano quiera vivir de los subsidios: CLAP; Mercal, Pedeval, y a los cuales los puso a vivir el gobierno luego de quebrar el aparato productivo; pero que está demostrado que el venezolano quiere vivir de su sueldo, de sus ingresos, de su trabajo.
El venezolano se ha ido acostumbrando a las dádivas y en muchos casos es una forma de control de la población más desprotegida en todos los ámbitos.
“Esas necesidades deben ser solventada con la emergencia económica y la ayuda humanitaria que estamos gestionando; sino, insisto, con el desarrollo de un gran país. Cuando terminemos las tres etapas: cese de la usurpación gobierno de transición y convocatoria a unas elecciones; también tenemos que hablar una de serie de etapas para reconstruir la industria”.
Guaidó se refirió al estado de derecho, que es lo que le ofrece confianza a la inversión; el establecimiento de reglas garantizando suministros; estabilizar la economía a objeto de lograr la gobernabilidad; de modo que se puedan rescatar los valores de la democracia refiriéndose a la meritocracia, esfuerzo, trabajo; que abran las puertas a la efectividad, al desarrollo; que abra las puertas, en definitiva, a un país próspero, productivo como lo era antes de que llegara la dictadura.
