Un stand entre el arte y el café

En el after party de Caracas Quiere Café, se observó un stand conformado por Victoria Café, Café Rio Claro y el artista Miguel Triviño, que mezclan el café y el arte, para ofrecer un evento único y diferente a lo habitual.
En el after party de Caracas Quiere Café, se observó un stand conformado por Victoria Café, Café Rio Claro y el artista Miguel Triviño, que mezclan el café y el arte, para ofrecer un evento único y diferente a lo habitual.

CARACAS – El pasado diciembre se vivió una agradable experiencia en el Coffee After Party, encuentro realizado por los mismos organizadores de Caracas Quiere Café, el cual se celebró para brindarle a los caraqueños un espacio distinto en el que hablar y degustar el café venezolano.

Cerca de 20 stands se encontraban en el salón Cité del CCCT para llevarle al público sus historias como empresas y sus inicios con el café.

Tal fue el caso de un stand conjunto entre Victoria Café, Café Rio Claro y el artista plástico Miguel Triviño, que permitió mezclar arte y café para los presentes, ofreciéndoles así  un evento único y diferente a lo habitual.

La iniciativa nació gracias a que el grupo necesitaba llevar un producto distinto al mercado venezolano y se les ocurrió, con las máquinas de café intervenirlas artísticamente, exponer una máquina como obra de arte y centro de atención.

“Dependiendo del evento que se realice hay máquinas con diferentes diseños, ya sea para el día o la noche”, dijo el artista.

El café que ofrecen, proviene de los cultivos de Rio Claro en el estado Lara, tiene un estricto control de selección para que el cultivo posea una alta calidad.

Según Triviño, la inspiración de intervenir las maquinas de café nace de la mujer, porque ésta siempre se ha caracterizado por la coquetería, el halago, la manera de vestirse que engalana y seduce independientemente al hombre.

“La cafetera  greca por su figurea es femenina. El aroma del café por las mañanas es seductor, el conversar con personas y hasta consigo mismo, sólo con una taza de café es como si estuviera en compañía de alguien, es como darle esencia al alma de las cosas, y para mi darle alma el café, es la mujer”, expresó el artista.

Los materiales que utiliza para hacer sus diseños son oleos, acrílicos, pinturas de carros y para que se adhieran más fácilmente, se enciende la maquina intervenida.

El tiempo establecido para pintar las máquinas artísticamente es variado, puede ser de tres días, una semana o un mes, porque en lo que más se tarda el artista no es en pintar el equipo sino en concebir la idea, porque son muchas, y posteriormente las pasa por un filtro para ver cuál es la mejor.

“La inspiración nace dependiendo de lo que el cliente tiene en su negocio y de una idea nace muchas ideas y la que más permanezca en el proceso del trabajo es la que termina siendo la pieza final”, puntualizó Triviño.

Vanessa Padilla

 

 

 

 

 

 

 

 

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