CARACAS – El gobierno de Venezuela, esta vez a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, ha continuado con la búsqueda de establecer conexiones directas con la política de Estados Unidos, con el fin de conseguir un cese o, al menos, una disminución de las sanciones que el país norteamericano ha establecido contra el régimen presidido por Nicolás Maduro en Venezuela.
Arreaza aprovechó la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington para reunirse con funcionarios estadounidenses. El primer anuncio en este sentido, fue la reunión que sostuvo con el congresista Bob Corker. Sobre esta reunión, no se realizaron grandes comentarios, más allá de la intención del gobierno venezolano de “abrir espacios para el diálogo sobre la base del respeto mutuo”.
Posteriormente, Arreaza se reunió con el también congresista Hank Johnson, a quien le agradeció la recepción en su oficina. Sobre este encuentro, el canciller indicó, a través de su cuenta en Twitter, que conversaron sobre la resolución aprobada que desconoce las elecciones presidenciales en Venezuela, sobre las relaciones bilaterales y “sobre los pueblos afrodescendientes y los pueblos más vulnerables”.
Arreaza ya había afirmado previamente su disposición a un diálogo con el gobierno de Donald Trump, manifestando inclusive su deseo de reunirse específicamente con el secretario de estado, Mike Pompeo. Además, señaló que si el deseo de Estados Unidos es ayudar a Venezuela, debería desbloquear y levantar las sanciones para que el sistema internacional pueda darle créditos al gobierno.
El gobierno venezolano ya se había reunido y había mantenido conversaciones en las pasadas semanas con senadores y congresistas estadounidenses en las negociaciones para liberar al sacerdote mormón, Joshua Holt, que permaneció dos años apresado en el país. En días pasados, el senador Orrin G. Hatch detalló que pudo comunicarse con el presidente Nicolás Maduro a través de cartas y por vía telefónica.
