La canasta básica: parábola perfecta de la debacle

La canasta básica familiar (CBF) aumentó a Bs 25.123.437,24 en el mes de diciembre de 2017. Hablamos de un incremento de  de 11.240.071,85 bolívares, lo cual corresponde a 63.3 salarios mínimos. Es un claro reflejo del hundimiento de la Nación.
La canasta básica familiar (CBF) aumentó a Bs 25.123.437,24 en el mes de diciembre de 2017. Hablamos de un incremento de  de 11.240.071,85 bolívares, lo cual corresponde a 63.3 salarios mínimos. Es un claro reflejo del hundimiento de la Nación.

CARACAS – Una variación anualizada –para el lapso diciembre 2017 y 2016- de 3.278,6%. Es el equivalente a Bs 24.379.840,36; O sea, 137.3 salarios mínimos (Bs 177.507,43). Nada menos. No es conchita de ajo. Esto da una clara percepción de lo rápido que se precipita el país en una debacle económica. Según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), la canasta básica familiar (CBF) aumentó a Bs 25.123.437,24 en el mes de diciembre de 2017. Hablamos de un incremento de  de 11.240.071,85 bolívares, lo cual corresponde a 63.3 salarios mínimos. Es sencillamente incosteable.

Acá el incremento por componente: alimentos, subieron 9.311.203,80 bolívares (de 7.190.158,98 a 16.501.362,78 bolívares, 129,5%);  artículos de higiene personal y limpieza del hogar, un alza de de Bs 1.707.900,00 a 2.281.166,67, 573.266,67 bolívares lo que representa al menos 33,6%.

La canasta básica registró una variación anualizada –para el lapso diciembre 2017 y 2016- de 3.278,6%.
La canasta básica registró una variación anualizada –para el lapso diciembre 2017 y 2016- de 3.278,6%.

 

Nicolás Maduro llegó al poder en 2013.Ese año –según el BCV- la inflación cerró en 56.2%. El pronóstico del FMI al cierre de 2018 es de 13.000%. Pero desde octubre del año pasado el país se internó en una dolorosa espiral hiperinflacionaria, que algunos expertos opinan podría remontar hasta 30.000% al cierre de 2018; no falta, incluso, quien diga que puede ser mucho más.

El principio del final

Lo cierto del caso, es que desde mediados de 2015 los precios del barril se desplomaron. El boom petrolero de Hugo Chávez, ha dicho Efraín Velázquez, fue cualquier cantidad de veces más grande que el de CAP I. El precio del petróleo llegó a estar sobre los 120 dólares. Al caer en 2015 –siendo vicepresidente, Aristóbulo Istúriz atribuyó esto a una conspiración de la derecha-, el barril cayó a mínimos históricos, y se puso en 20 dólares. Ahora ha repuntado un poco y roza los 60 dólares.

De cualquier modo, el fin de los petrodólares generó un agudo desabastecimiento de alimentos y medicinas. Entes multilaterales de peso, como la ONU, han verificado lo que se ha dado en llamar una “crisis humanitaria”. UNICEF acaba de liberar la semana pasada una nota desde NYC, en la cual denuncia un incremento sensible de la desnutrición infantil. Luego, no es de extrañar que el comportamiento de la canasta básica sea el reseñado unas líneas arriba. Las colas es abastos y supermercados son cada vez más infernales. Las bolsas CLAP son apenas un atisbo de paño caliente, y el sistema ha sido acusado de múltiples vicios y corrupción.

Como es lógico suponer, la política se ha calentado más de la cuenta, y en estos momentos Gobierno y oposición hacen intentos muy tímidos por entenderse en República Dominicana. Este año serán las presidenciales. El país clama por un radical golpe de timón en las políticas macro económicas, que ponga fin a la inflación: es claro por qué la canasta básica se ha disparado.

Alejandro Ramírez Morón

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