Nuevas alternativas para la Pyme


El sector de la Pequeña y Mediana Empresa (PYME) ha sido reconocido internacionalmente como uno de los sectores de mayor impacto en la generación de empleos y de inversiones, representando un elemento dinamizador de las economías nacionales, al propiciar un desarrollo nacional equilibrado que permite asegurar una distribución más equitativa del ingreso, mientras que responde con mayor flexibilidad que las grandes empresas a los cambios del entorno, absorbiendo las presiones generadas por las variaciones de la oferta y la demanda. La Pequeña y Mediana Industria representa, además, un eslabón determinante en la integración efectiva de las cadenas industriales, permitiendo el desarrollo de esquemas asociativos y redes de cooperación con la gran industria, sus proveedores y clientes, aprovechando al máximo las ventajas del concepto de economías de escala.


Por otra parte, el acelerado proceso de cambios estructurales experimentado por la economía internacional, reflejado en las tendencias hacia la internacionalización de la gestión de negocios, así como en la flexibilización de las restricciones al comercio exterior dentro del esquema establecido por la Organización Mundial del Comercio (OMC), además de los diferentes procesos de integración económica en los que participa activamente nuestro país, han traído como resultado un proceso permanente de reestructuración industrial y la adopción de nuevos esquemas gerenciales y administrativos que permiten la conformación de estructuras más descentralizadas y flexibles para responder adecuadamente a los cambios del entorno, todo ello enmarcado dentro del concepto de la Asociatividad Empresarial, la cual no es más que un mecanismo de cooperación entre pequeños y medianos empresarios, en donde cada uno de los participantes, manteniendo su independencia jurídica y autonomía gerencial, decide voluntariamente participar en un esfuerzo conjunto con otros empresarios para la búsqueda de objetivos, oportunidades y metas comunes.


Es importante destacar que, gracias a la utilización de las alianzas estratégicas empresariales, muchas microempresas y PYMIs a nivel internacional han podido acceder a recursos humanos, técnicos, financieros y comerciales que de otra manera les habrían sido inalcanzables, lo cual ha quedado demostrado de manera exitosa en la conformación de los llamados Distritos Industriales de Italia, así como de otras experiencias asociativas en España, Colombia, Uruguay y Paraguay, por citar sólo algunas. Tales mecanismos han permitido la conformación efectiva de redes de cooperación interempresariales, sobre las cuales se sustenta el desarrollo socioeconómico integral de los distintos sectores productivos.


Una nueva definición PYME europea


La Comunidad Europea, mediante Recomendación Nº C-2003-1422 de fecha 06/05/2004, adoptó una nueva definición de Microempresa y de Pequeña y Mediana Empresa (PYME), a los fines de poder brindar a este importante sector económico nuevos mecanismos de fomento de las capacidades empresariales, la inversión y el crecimiento, permitiéndoles un mayor acceso a los mecanismos de financiamiento, reduciendo de manera significativa sus cargas administrativas dentro de un marco integral de seguridad jurídica.


Esta nueva definición, vigente desde el pasado 01 de Enero, es producto de una serie de consultas públicas en todos los países de la comunidad, las cuales coincidieron en la urgente necesidad de reservar las ventajas de los programas de apoyo a las PYMES a empresas que realmente cumplan con las características del sector, que sustentan sus operaciones en la utilización de esquemas multifuncionales y que aprovechan eficientemente sus economías de escala, sin la fuerza económica y de gestión de los grandes grupos económicos.


Nuevas alternativas de Asociatividad Empresarial


En el caso venezolano, instituciones gremiales como FEDEINDUSTRIA han iniciado importantes esfuerzos de apoyo al desarrollo integral de las PYMES, como factor fundamental del aparato productivo nacional, facilitando su transformación en organizaciones modernas, eficientes y competitivas, utilizando sus capacidades de innovación para asegurar la producción de bienes y servicios de alta calidad en un marco ético, de respeto a las leyes y de total protección al ambiente.


Para el logro de este objetivo, se adelanta actualmente el “Programa de Alianzas Estratégicas Empresariales (PRAE)” como una moderna herramienta de gestión para la promoción, el desarrollo y la puesta en marcha de mecanismos asociativos y/o la suscripción de alianzas estratégicas entre las distintas unidades productoras de bienes y servicios que integran las cadenas sectoriales de la PYME, propiciando así el fortalecimiento de las capacidades tecnológicas y la innovación para el mejoramiento competitivo, bajo esquemas de aprovechamiento de economías de escala, la reducción significativa de costos y la maximización de beneficios, además de incrementar sus capacidades de negociación con proveedores y clientes.


El PRAE permite agrupar empresas por sectores productivos, subsectores o líneas de producción, que mantengan tamaños similares y que presenten un alto grado de afinidad en sus procesos, para que a partir de sus diagnósticos individuales y sectoriales, desarrollen en cada fase del programa acciones integrales, que les permitan mejorar sistemáticamente los niveles de gestión, productividad y competitividad, a los fines de poder enfrentar mejor la competencia interna e insertarse adecuadamente en los mercados internacionales.