La brevedad de la novela de Ulhman quizás se deba a que escribía como pintaba y que las palabras son los trazos para intentar recrear con belleza lo que las ideologías destruyen con fealdad, esa otra forma del mal.
La brevedad de la novela de Ulhman quizás se deba a que escribía como pintaba y que las palabras son los trazos para intentar recrear con belleza lo que las ideologías destruyen con fealdad, esa otra forma del mal.