Mamá, Papá


Mamá, Papá

 

El universo entra

en un suave silencio,

susurro casi sagrado

donde mi corazón,

sin pedir permiso

comienza a buscarlos.

 

Los busco en el aire

tibio de la mañana,

en la tenue luz que entra

por la ventana,

en la taza de café

que me enseñaron a tomar,

en mis gestos que,

sin saberlo, son de ustedes copiar.

 

No están y sin embargo

están tanto, que están en mi todo,

en cómo cuido a quien amo,

en el modo en que miro y hablo.

 

El cielo no está arriba,

está cosas que dejaron en mí,

esos consejos, esos abrazos,

que siguen latiendo incluso al dormir.

 

Cuánto pesa la ausencia,

mi alma se acurruca,

cierro los ojos y los veo sonriendo,

por eso respiro, suspiro,

y aunque el mundo continúa,

algo en mi pecho no deja de estar,

y a ambos dejaré nunca de amar.

 

La nostalgia abraza sin pedir permiso,

se sienta a mi lado sin hablar

y en su silencio nace un paraíso

donde todo lo bello vuelve a brillar.

 

Giampiero Posa

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