CARACAS – A través de un comunicado, la presidencia del Consejo General de los Italianos en el Extranjero (CGIE, se pronunció respecto al Decreto de ciudadanía que Italia puso en práctica desde el pasado 28 de marzo, como única institución italiana que representa no sólo a los italianos, sino también a los ítalo-descendientes.
Señala que los Consejeros y los Comités de Italianos en el Extranjero (COM.It.Es.), han estado debatiendo la medida de las comunidades que se han visto afectadas en todo el mundo con la aplicación del Decreto-Ley Nº 36 “Disposiciones urgentes sobre la ciudadanía”, que ha llevado a la suspensión de la transcripción de los certificados de nacimiento en las oficinas de registro de los consulados.
La necesidad de una reforma era evidente para el CGIE y estaba entre las prioridades de la agenda de este año porque es importante el fortalecimiento de una ciudadanía consciente, no obstante, la situación obligó a acelerar el proceso en virtud de lo establecido en la ley.
El texto señala que “desde el lunes 31 de marzo, el Comité de Presidencia, reunido en Roma, ha iniciado conversaciones sobre el tema con el subsecretario de Estado de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, Giorgio Silli; el Director General para los Italianos en el Extranjero del MAECI, Luigi Maria Vignali, con las Comisiones de Asuntos Exteriores de las dos ramas del Parlamento y con los grupos parlamentarios para obtener aclaraciones al respecto y compartir las preocupaciones expresadas por sus representantes, también en virtud del instrumento legislativo elegido.”
A través de la misiva el CGIE advierte que espera que se logren algunas correcciones al Decreto, y aclare cómo resolver el problema que pone como requisito que “el ascendiente ciudadano italiano haya nacido en Italia o haya residido allí de manera continua durante al menos dos años antes del nacimiento del solicitante”.
Dicho punto junto a la limitación de dos generaciones, significa un cambio para todos los connacionales en diversas partes del mundo y genera incertidumbre sobre el destino de los ya nacidos, así como un riesgo en el futuro vínculo de dichas comunidades en el exterior con Italia.
Redacción Caracas