Las comunidades de inmigrantes residentes en Cataluña temen que se comience a exigir el conocimiento del idioma local a quienes soliciten el permiso de residencia
Podemos, desde que se comenzó a especular sobre la posibilidad de que el gobierno pudiera delegar atribuciones que son constitucionalmente suyas, y más aún cuando se hizo público el acuerdo, ha manifestado su malestar. Anunció que en el Congreso torpedearía la propuesta por normalizar el “racismo institucional”.
Los ministros del Gobierno, cada quien a su manera, han comenzado a defender el proyecto de ley, contra viento y marea. El titular de la cartera de Economía, Carlos Cuerpo, expresó su confianza en que Podemos, al final, recapacite y termine de sumarse al Gobierno. En su opinión, el texto es “equilibrado” y repercutirá positivamente en la vida del país. Negó que el proyecto tenga una carga ideológica de derecha, a pesar de que Junts se considere un partido reasccionario.
También Óscar López, ministro de Transformación Digital, y Elma Sáiz, ministra de Integración, Seguridad Social y Migraciones, defendieron el instrumento legal al centro de la polémica. El primero rechazó las críticas del Partido Popular, al tiempo que la segunda adelantó que el Gobierno evaluará las solicitudes de las demás comunidadesautónomas.
Las comunidades de inmigrantes residentes en Cataluña, luego de las declaraciones de Miriam Noguera, temen que, de aprobarse el proyecto de Ley, tengan que abandonar la región. La líder de Junts aseguró que el proyecto de Ley permitirá exigir el conocimiento de la lengua catalana para la obtención del permiso de residencia. Las declaraciones de la ministra Sáiz, quien aseguró que cualquier delegación de competencias en materia de inmigración tendrá que respetar la normativa vigente en el ámbito lingüístico y laboral, incluyendo el Estatuto de los Trabajadores, no tranquilizan.
Redacción Madrid