La inflación subyacente, por su parte, cayó en tres décimas, confirmando la tendencia a la baja que viene registrando desde junio de 2024
MADRID – La inflación en febrero ha crecido una décima y ha alcanzado el techo del 3 por ciento interanual. Es el nivel más alto desde junio del año pasado. El Instituto Nacional de Estadística, el cual dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) preliminar, señala que desde hace cinco meses la tasa general registra un incremento constante. En septiembre, la inflación era del 1,5 por ciento. Los expertos consideran que la inflación ha sido alimentada por el encarecimiento de la electricidad. Y añaden que la tasa de crecimiento hubiese podido ser mayor de no haber sido por el menor incremento en los precios de los carburantes y lubricantes, que ha permitido frenar el efecto inflacionario.
La inflación subyacente, por su parte, cayó en tres décimas, confirmando la tendencia a la baja que viene registrando desde junio de 2024. La medición de la inflación subyacente se realiza sin tomar en cuenta los alimentos elaborados y la energía. Se considera que estos son muy sensibles al vaivén de los mercados. El IPC, sin los productos energéticos y los alimentos elaborados, se sitúa en un 2,1 por ciento. Es el nivel más bajo desde junio de 2024.
La inflación subyacente, ha destacado el Ministerio de Economía, se acerca cada vez más al objetivo del Banco Central Europeo, lo que se considera una buena noticia.
Redacción Madrid