Montero considera “golpista” el lenguaje de Núñez Feijóo. Por su parte, Emiliano García-Page manifiesta la necesidad de ofrecer un futuro a la sociedad
MADRID – Las decisiones judiciales que involucran directa o indirectamente al PSOE, las denuncias de corrupción formuladas por Víctor Aldama sin aportar pruebas, las dimisiones de Juan Lobato a la Secretaría General del PSOE-Madrid , son el telón de fondo del 41º Congreso Federal del PSOE. En Sevilla, el PSOE busca transmitir a su militancia y a los simpatizantes tranquilidad y confianza, a pesar de la crisis interna por la que atraviesa, las presiones de los independentistas, las críticas de sus adversarios de centroderecha y de extrema derecha.
En particular, el “leitmotiv” de las “conversaciones de pasillo” en Ferraz o en el Congreso Federal en Sevilla, es la manera de “hacer política” del adversario: el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Los socialistas consideran que este a través de sus críticas radicales y de los ataques personales contra el jefe de Gobierno busca esconder la falta de propuestas concreta. Decimos, de políticas alternativas a las del Gobierno actual.
La vicepresidenta del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha sido muy tajante en afirmar que el lenguaje de Núñez Feijóo es “golpista” y que sus críticas no pasan de ser “bulos y mentiras”.
“Feijóo dice que el PSOE tiene que sacar a Sánchez, quien fue elegido en las primarias”, señala María Jesús Montero en el 41º Congreso Federal del PSOE para luego añadir que se trata de “un discurso golpista y del autoritarismo”.
La vicepresidenta Montero también dijo que el enfoque del Partido Popular no está orientado en la búsqueda de beneficios para la ciudadanía, sino de crear situaciones de las que poder sacar provecho.
Por su parte, Emiliano García-Page ha manifestado preocupación por las tensiones internas generadas por los hechos que han visto protagonistas a los socialistas. Su temor es que el Congreso Federal pueda transformarse en un “bunker”
“Hay quien está enfocando el Congreso como un congreso de resistencia o poco más – ha dicho García-Page -. Yo me cuidaría de argumentaciones así. Creo que un congreso, si no ofrece futuro a la sociedad, si no saca la conclusión de que estamos cerca de lo que opina la gente, es decir, que no estamos divorciados de lo que opina la gente, un congreso que no es de futuro, que solo es de resistencia, puede ofrecer la imagen de búnker y eso no creo que sea ni útil para el PSOE ni útil para la sociedad española”.
García-Page opina que, a medida que se desarrollan los acontecimientos en torno al congreso, surge la necesidad de enviar un mensaje claro que permita al PSOE reconectar con la ciudadanía, y demostrar que está sintonizado con las necesidades de la población.
Redacción Madrid
