La política nacional no logra digerir el escándalo que comenzó con una denuncia anónima en “X”. La actriz Elsa Mouliaà denunció en la comisaría a Errejón “por acoso sexual”
MADRID – Es solo el comienzo. La política nacional no logra digerir el escándalo desatado por la denuncia anónima de violencia machista recogida por la periodista Cristina Fallarás. Saltaron las alarmas. Y transcurrieron apenas 48 horas, antes de que Íñigo Errejón anunciara que dejaba la política y entregaba su acta de diputado. En una carta en las redes sociales, Errejón, con un lenguaje difícil de descifrar, admitía “errores” y reconocía haber “llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”. Mister Hyde y doctor Jekill. Sus colaboradores, de acuerdo con indiscreciones, le había recomendado que “controlara su vida personal”. Es evidente que no lo hizo.
La condena del mundo político ha sido unánime. En especial cuando los medios de comunicación dieron a conocer el contenido de la denuncia que hiciera la actriz Elsa Mouliaá en la comisaría. La actriz acusa a Errejón de acoso sexual.
Para el Gobierno, luego del caso de corrupción que presuntamente implica al exministro José Luis Ábalos, representa un golpe muy duro. Es tal vez este el momento más delicado para el Ejecutivo. El ahora “Caso Errejón” debilita su socio de coalición: Sumar. La reacción de la formación de Yolanda Díaz ha sido inmediata. No obstante, pocos creen que nadie conocía la conducta de Errejón. De hecho, una cuenta anónima en “X” ha acusado a Loreto Arenillas, diputada de Más Madrid en la Asamblea Regional de intervenir hace tres años para que un caso de acoso sexual, presuntamente cometido por Errejón, no se transformara en escándalo. Más Madrid le ha pedido el acta de diputada. Arenillas, quien se había resistido en un principio, ha presentado su renuncia.
Ione Belarra, secretaria general de Podemos, dijo que las acusaciones contra Errejón, por su conducta inmoral, son el “resultado de un proceso feminista”. Y ha asegurado a las víctimas “que no están solas”. La ministra de la Igualdad, por su parte, ha pedido que se investigue las acusaciones “para llegar al fondo de este penoso asunto”.
Monica Oltra, exvicepresidenta de la Comunidad Valenciana, ha pedido que el “necesario reproche” no se transforme en un linchamiento.
“Si convertimos el necesario reproche social en linchamiento despiadado individual – comentó -, alimentamos a la bestia. Asumimos la dialéctica del patriarcado y ponemos en mayor riesgo a las mujeres agredidas que están en silencio en otros casos. Solo el aprendizaje colectivo – añadió – nos hará avanzar”.
Pablo Iglesias, ex secretario de Podemos y amigo de Errejón antes de que este fuera principal protagonista del cisma en Podemos, ha afirmado que las acusaciones de violencia machista contra Íñigo Errejón no lo tomaron por sorpresa. Ha asegurado que “de esto se hablaba desde hace un año”.
Cuca Gamarra, secretaria general de los” populares”, le ha pedido a Yolanda Díaz que asuma responsabilidad y ofrezca explicaciones. La líder del Partido Popular ha dicho que ahora la pregunta que hay que formularse es: “¿Quién lo sabía y por qué lo tapó?”.
Redacción Madrid