Sánchez: “Somos un país mejor”. Núñez Feijóo: “Vox no ha medido, se ha pasado de frenado y ha descarrilado”
MADRID – Tenía que haber sido un divorcio en plena regla. Y, sin embargo, no ha sido así. Lejos de reflejar unidad y fortaleza, la decisión del Comité Ejecutivo Nacional de Vox, liderado por Santiago Abascal, puso de manifiesto la crisis que vive la extrema derecha, sus debilidades y sus contradicciones. Hay corrientes disidentes. Salieron a relucir en las casi tres horas de duración del cónclave y, en la mañana siguiente, en la rebeldía de algunos consejeros regionales que, disconformes con las disposiciones de la cúpula del partido, resolvieron seguir en sus puestos. Es el caso, por ejemplo, de Ignacio Higuero en Extremadura.
“Vox, ahora – ha dicho para justificar su decisión -, no representa mis ideales”
Las deserciones obligaron a Santiago Abascal a admitir que en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional no faltaron las discrepancias, que el tono del debate en ocasiones subió de decibeles y que, frente a la imposibilidad de alcanzar la unanimidad, se impuso la mayoría.
Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León que preside Alfonso Fernández Mañueco, no ha escondido la realidad que vive su partido al comentar que la decisión de dejar el cargo “no ha sido fácil, meditada, reflexionando en los últimos días con los acontecimientos del debate regional y nacional”. Los demás consejeros, por su parte, fueron cesados.
Peculiar ha sido la reacción del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. El cese del vicepresidente Vicente Barrera y de los concejales de Vox fue “fulminante”. Mazón no les dio tiempo de renunciar o, en su defecto, sumarse a la disidencia. Su cese ha sido publicado en el Boletín Oficial de la Generalitat el mismo jueves, poco después de los anuncios hechos por Santiago Abascal.
Por su parte, el premier Pedro Sánchez, desde Washington, manifestó su “alegría” por el desarrollo de los eventos.
“Hoy es un gran día – dijo en una comparecencia ante la prensa -. Somos un país mejor. Los beneficiarios netos de la salida de la ultraderecha de los gobiernos autonómicos es la mayoría de españoles y españolas”.
El premier comentó que “la pregunta que debe hacerse ahora el Partido Popular es si está dispuesto a romper con la política que ha aprobado”.
“Creo que – subrayó – tiene una gran oportunidad”.
La posición de los “populares” ha sido fijada por su presidente, Alberto Núñez Feijóo.
“Allá Vox y su disparatado movimiento – dijo -. No han medido, se han pasado de frenado y han descarrilado”.
El líder de los conservadores lamentó que la política española esté “llena de sobresaltos e inmadurez”. Y,” tout court”, recordando el “ultimátum” de Vox sobre las polémicas cuotas de niños migrantes sin acompañantes, aseguró que a estas alturas de su vida nadie le va “a imponer chantaje”.
“Se han equivocado de persona” aclaró, refiriéndose a la cúpula de Vox a quien pidió que “no entorpezca la gobernabilidad de las autonomías”.
Ha añadido:
“Espero que sigamos trabajando en aquellas cosas en las que podamos acordar para facilitar la gobernabilidad en las comunidades en las que se ha votado el cambio”.
Redacción Madrid