El líder republicano asume la responsabilidad del “Caporetto” electoral de Erc y ratifica que los republicanos no participarán en gobiernos de coalición
MADRID – Es la resaca del día siguiente. Las urnas consolidan a los socialistas como primera fuerza política, registran el fortalecimiento del Partido Popular, reconocen a Junts como primer partido independentista, certifican la debacle de Esquerra Republicana de Catalunya, toman nota de la desaparición de Ciudadanos y del ingreso en la escena política de un nuevo protagonista: Aliança Catalana, formación independentista de extrema derecha, xenófoba, islamófoba y anti-inmigración.
Pere Aragonés, en rueda de prensa el día después de las elecciones, asume la responsabilidad del “Caporetto” electoral de ERC. Anuncia que dejará la primera línea de la política. Y asegura que no recogerá el acta de diputado. Es la primera consecuencia de la tornada electoral. Pere Aragonés no se va sin antes garantizar que su partido no participará en un gobierno de coalición presidido por el socialista Salvador Illa. Insiste en su mensaje de la noche electoral: “los republicanos no facilitarán una investidura de Illa y Puigdemont”. Y comenta que ahora “le toca al Pcs y a Junts gestionar el nuevo escenario”.
Ni Illa ni Puigdemont quieren tirar la toalla. El socialista se siente fuerte de un triunfo avasallador; el independista cree que podrá ser investido en la segunda vuelta cuando será suficiente una mayoría simple. Sin embargo, necesitará el apoyo de Erc y la abstención de los socialistas.
Es la primera vez, en casi medio siglo, que el independentismo no logra la mayoría absoluta. Illa, con la mayoría de los votos y también de escaños, considera estar más cerca que nunca de la presidencia de la Generalitat. Tiene los votos de Comuns-Sumar. Tendrá que “sudarse”, como dijo em una ocasión Gabriel Rufián a Pedro Sánchez, los de Erc. O, lo que es lo mismo, vencer los recelos de una parte de los republicanos y el rechazo de la otra. No resultará fácil. Los socialistas estudian todas las opciones, menos las que tienen a la extrema derecha por protagonistas.
Illa ha manifestado la voluntad de presentar su candidatura y ha asegurado no estar disponible a facilitar la investidura del presidente de Junts. Esther Peña, portavoz del Psoe, dijo que “tiene que quedar muy claro a Puigdemont, aunque amenace bloquear la legislatura”. Y añadió que “el Govern se decidirá en Cataluña”.
Los socialistas consideran que el resultado electoral en Cataluña solo puede interpretarse como un respaldo a las políticas del presidente Sánchez, las cuales tienen en los indultos y en el proyecto de Ley de Amnistía su palanca principal.
El Pcs no es el único ganador del domingo electoral. También el Partido Popular puede considerarse más que satisfecho. Ha obtenido 15 escaños. Tenía tan sólo 3. Los “populares” recuperan el liderazgo del espacio conservador y desplazan a la extrema derecha del cuarto lugar. Lo han hecho empleando el mismo lenguaje agresivo de Vox y enarbolando muchas banderas de la formación de Santiago Abascal. El resultado le ha permitido a Alejandro Fernández, candidato conservador, afirmar “alto y claro que el Partido Popular de Cataluña ha vuelto”. Fernández ha descartado cualquier acuerdo con Illa para evitar un gobierno de los socialistas con los independentistas. El candidato conservador ha asegurado que no va “a estafar a los electores” y tampoco va “a ser el primero en darle a Salvador Illa los votos para que luego Sánchez siga con sus acuerdos con Puigdemont”.
En estas elecciones el espacio conservador no sólo se ha reconfigurado con la desaparición de Ciudadanos, el fortalecimiento del Partido Popular y la aparición en escena de Aliança Catalan a. También ha crecido. Lo ha hecho en casi 3 puntos respecto de las elecciones de 2021.
El Partido Popular ha logrado desplazar a Vox del cuarto lugar y la formación de extrema derecha mantener el mismo número de diputados. Es un resultado del cual pueden considerarse satisfechos. Y más satisfecho aún puede considerarse Aliança Catalana que por primera vez entra en el Parlament.
En cambio, el resultado electoral, para Comuns-Sumar y la Cup , ha sido decepcionante. Tendrán representantes en el Parlament; pero, no tantos como eran sus aspiracionesRedacción Madrid