MADRID – Muy pronto. Según indiscreciones, el acuerdo entre socialistas e independentistas catalanes, de no encontrarse otros obstáculos en el camino, se firmará en las próximas horas. Y la investidura de Pedro Sánchez, en los días venideros, se haría realidad.
Mientras en Bruselas los negociadores del Psoe y de Junts afinan los últimos detalles para que la Ley de Amnistía sea impecable jurídicamente; la sede nacional del Psoe, en la calle Ferraz, sigue siendo el centro de las protestas contra la amnistía a los actores del “proces”.
La violencia, el pasado martes, ha sido la gran protagonista. Ha tomado la calle y provocado casi 40 heridos, en su mayoría agentes de la Policía antidisturbios. Los enfrentamientos entre “ultras” de extrema derecha y policías, con la Ley de Amnistía como telón de fondo, ha sido la chispa que ha encendido una nueva polémica entre socialistas y “populares”.
El Psoe ha reclamado al Partido Popular no haber condenado inmediatamente la actuación de grupos violentos pertenecientes a movimientos “ultra” cercanos a Vox, su socio en muchos gobiernos regionales.
La ministra de Educación en funciones, Pilar Alegría, manifestó su preocupación por el silencio del líder del principal partido de oposición: Alberto Núñez Feijóo. Por su parte, el secretario general del Psoe, Pedro Sánchez, en una reunión con trabajadores en la sede de Ferraz, exteriorizaba su “indignación”. Y en su cuenta de “X” escribía que “en el pasado ya se intentó” callar a los socialistas y aseguraba que “ni entonces, ni ahora lo intolerantes conseguirán amedrentar a un partido con 144 años de historia”.
En las filas del Partido Popular, fueron dos mujeres las primeras en condenar categóricamente la violencia en los alrededores de la sede del Psoe: Cuca Gamarra e Isabel Díaz Ayuso. La número 2 de los populares lo hizo a través de las redes sociales. La presidenta de la Comunidad de Madrid lo hizo durante la sesión de control al gobierno regional en la Asamblea.
Díaz Ayuso dijo que “hay que condenar estos hechos vandálicos”. Y expresó la esperanza de que los responsables sean “detenidos y juzgados”.
Más tardes llegó la condena de Núñez Feijóo. El líder de los “populares” dijo que “la violencia no tiene cabida en democracia y debe rechazarse siempre”. Aprovechó la ocasión para culpar a los socialistas de querer amnistiar a protagonistas de actos mucho más violentos de los que escenificaron los ultras en los alrededores de la sede del Psoe. Afirmó que “cuando pretendes amnistiar la violencia no puedes dar ningún ejemplo ni ninguna lección a aquellos que la condenamos”.
Las protestas en Ferraz tuvieron eco en Cataluña. Jessica Albiach, en la sesión de control al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, protagonizó un rifirrafe con Ignacio Garriga, secretario general de Vox. La diputada de Comú Podem, en su intervención hizo referencia a los enfrentamientos entre Policías y manifestantes de extrema derecha. Albiach dijo que “no pasarán”. Añadió que “pese a su odio, su violencia, sus amenazas” el País “tendrá una amnistía y un Gobierno progresista y plurinacional porque Cataluña y España son mucho mejor que su fascismo”.
Garriga se sintió aludido. Y esperó su turno para reaccionar. Se dirigió a los diputados de Comú Podem llamándolos “comunistas hiperventilados”. Y aseguró que “vamos a defender el legado de nuestros abuelos y el porvenir de nuestros hijos, en legítima defensa”. Fue entonces cuando la diputada le dedicó una “peineta” al jefe de las filas de Vox.
A.T./Redacción Madrid