LIMA – La Fiscalía de Perú afirmó que la esposa del expresidente peruano Pedro Castillo, Lilia Paredes, actualmente asilada en México, puede ser condenada a un mínimo de ocho años de prisión en el proceso que se le sigue por presuntamente integrar una organización criminal al interior del Gobierno de su marido.
«Este Ministerio Público concluye, como prognosis concreta de pena que al momento de llegarse a condenar, si es que así fuera, se le impondría no menos de 8 años de pena privativa de la libertad», sostuvo el fiscal José García al presentar los argumentos del pedido de 28 meses de prisión preventiva contra Paredes y otros investigados.
El fiscal precisó que se atribuye a la ex primera dama ser «coordinadora de una presunta red criminal en el Ejecutivo» que presidió su esposo entre julio de 2021 y diciembre de 2022, cuando fue destituido por el Congreso tras intentar dar un auto golpe de Estado.
La defensa de Paredes argumentó que el planteamiento del fiscal de la «prognosis es un tema a futuro, es una hipótesis» y descartó que su defendida sea condenada «porque no existen elementos ni graves ni fundados», por lo que el ”caso va a decaer con el tiempo”.
Además señaló que «en el supuesto de una sentencia esta sería de un máximo de 4 años», lo que no implicaría el ingreso en prisión.
La esposa de Castillo y sus hermanos son investigados por la presunta organización criminal que, según la fiscalía, dirigió el destituido gobernante para obtener sobornos y entregar obras públicas a empresarios amigos, así como designar a sus allegados en puestos públicos a cambio de dinero y favores políticos.
Castillo intentó disolver el Congreso, intervenir el sistema de justicia, y convocar a elecciones para una asamblea constituyente, horas antes de iniciarse el tercer proceso de destitución en su contra en el parlamento, por los presuntos hechos de corrupción.
Por otra parte, el pleno del Congreso declaró este jueves persona non grata al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por sus declaraciones en apoyo a Castillo y su negativa a transferir al país andino la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico, el pasado mes de enero.
La decisión fue tomada con 65 votos a favor, 40 en contra y 2 abstenciones.
El presidente mexicano, quien no ha reconocido a la presidenta interina de Perú Dina Boluarte, se ha negado a llevar a cabo el trámite oficial tras finalizar el mandato de su país en la presidencia del bloque regional. “No quiero entregar a un gobierno que considero espurio. No quiero legitimar un golpe de estado”, expresó en su momento.
Redacción Caracas
