“Piccola Italia”, un oasis italiano para los más pequeños

MADRID – Cuando llevas un corazón con raíces, cuando te mueve la pasión, cuando la ilusión se hace dueña de tus sueños, cuando te agarras a todo eso, los proyectos como “Piccola Italia” se transforman en referentes. Sabina Petillo desde el principio supo que el amor que sentía para los niños era una óptima razón para intentarlo.

¿Quién es Sabina Petillo?

– Sabina es una persona que ha creído fuertemente en su proyecto: llevar la italianidad, a través de la lengua, a niños hispanos hablantes y a niños de familias italianas que viven en España.

Gracias a la oportunidad que le brindó el Erasmus, vino a España a estudiar. Para poder sustentar los gastos empezó a trabajar enseñando el italiano a adultos para acabar trabajando con niños en una estructura privada.  También daba cursos de cocina en su casa, todo en italiano, sobre todo para niños. Recuerda que eso fue hace una vida tanto que hijos de italianos que vivían en Madrid, casi no había. Fue así que conoció a su marido, quien fue su alumno. Quedándose embarazada empezó a preguntarse dónde podía llevar a su hijo para que pudiese aprender italiano. En aquella época trabajaba en la editorial Santillana. Desde este momento empezó a pensar seriamente en abrir la primera guardería de madre lengua italiana.

¿Sabina, por qué cada vez hay más personas que se interesan a la lengua italiana aun no siendo una lengua usada en el mundo para comunicarnos como el inglés, por ejemplo?

Por mi experiencia personal puedo decirte que, en el caso de una parte de mis alumnos y de mi marido por ejemplo, trabajaban mucho con Italia y querían estar más cerca de sus clientes. La otra parte de mis alumnos lo hacían por placer y por amor a la cultura italiana, tanto culinaria como al simple hecho de poder ver una película en italiano.

“Piccola Italia” es una guardería situada estratégicamente en el barrio  de Chamberí , barrio en el cual reside la mayoría de los italianos por la cercanía del consulado y  de la “Scuola Statale Italiana”.

¿Podemos decir que este amor por la cultura italiana sigue siendo una razón importante por la cual tus clientes  eligen “Piccola Italia”?

– Sí. En mi guardería hay niños que no son italianos. Sus padres son amantes de la cultura italiana y especialmente de la educación del sistema escolar italiano. Muchos de estos niños entrarán después a estudiar en la “Scuola Statale Italiana” de Madrid. Por esa razón los padres quieren que sus hijos tengan conocimiento de la lengua italiana a nivel bilingüe. El 40% de mis alumnos son hispanohablantes. Vienen de América latina y llevan un apellido italiano por sus abuelos. Es una manera para poder mantener sus raíces bien arraigadas (sonríe). Eligen “Piccola Italia” fundamentalmente por una razón. Nosotros trabajamos para preparar a los más pequeños para que puedan luego acceder a la “Scuola italiana”. La familia española que no habla italiano y quiere que su hijo mañana frecuente la “Scuola italiana”, en la cual desde los tres años les hablan en italiano, decide que “Piccola Italia” es un punto de partida para aprender el idioma. Mientras que las familias bilingüe, aun hablando italiano, eligen “Piccola Italia” para que sus hijos no pierdan las raíces.

– ¿Se puede definir “Piccola Italia” como una guardería bilingüe ?

– Sí. La familia italiana que se traslada a vivir en Madrid y no quiere que sus hijos se vean criados en un mundo totalmente diferente, con un idioma desconocido, nos elige porque hablamos ambos idiomas. Los hijos pueden aprender el castellano para poder vivir en España, y seguir sintiéndose en casa por la cercanía del italiano. Puedo decir que hablamos el 70 por ciento en italiano y el resto en castellano. Nuestro equipo está formado por 4 educadoras, tres italianas y una española, y una cocinera. La educadora española habla con los niños exclusivamente en castellano. Nosotros trabajamos el bilingüismo desde las canciones hasta las conversaciones. Quiero decir que no traducimos, todo lo tratamos en el idioma original. Por ejemplo, las canciones. Si aprendemos una canción que se canta en España, solo se cantará en español. O, hablando de libros y personajes nacidos en Italia, como Pimpa por ejemplo, aunque haya sido traducido en varios idiomas, nosotros los leemos en italiano. Los niños nos hablan en el idioma que quieren, muchas veces mezclando los dos, y nosotros no les corregimos porque eso significa ser bilingüe de forma natural.

– Puedo atreverme a decir que los padres que eligen “Piccola Italia” para sus hijos, no son los padres que buscan un lugar donde dejar a sus hijos mientras ellos trabajan.

– Si. Yo tuve el mismo problema con mis hijos. Yo no quería un lugar donde dejarlos. Buscaba un sitio donde pudieran aprender un idioma y mantener el otro. Fue esa la verdadera razón que me empujó a querer abrir una guardería bilingüe. Lo más complicado fue encontrar un local grande en este barrio. Siempre tuve claro que no quería ser una franquicia, quería ser una referencia para los padres. Pueden escribirme un correo a mi e-mail personal y preguntar algo sobre su hijo llamándole simplemente por nombre. No hace falta que me digan el apellido, para mí sus hijos no son un número. Por esa razón no quise algo grande. Yo creo, por lo que comentan las familias, que ésta es la verdadera fuerza de “Piccola Italia”.

– Como madre, creo que es fundamental poder tener una relación directa con el personal.

– Nosotros dos veces al año entregamos un informe sobre el proceso y la evolución de los niños, ya que tenemos un programa que ejecutar durante el año académico. Hablamos de niños de 0 a 3 años, una edad muy delicada, a los padres les gusta pensar que están en un entorno pequeño y cuidado.  Eso gusta mucho.  Añado que somos también un punto de encuentro para niños mayores de tres años que no van a la escuela italiana. Tenemos dos sábados al mes, desde las 11:30 a las 13:15 unas actividades en italianos donde se apuntan los hijos de familias mixtas que quieren que sus hijos no pierdan el italiano.  Este taller se llama Itañolandia, un taller de actividades muy relajadas ya que es un sábado y los niños necesitan descansar y divertirse.  Espero recuperar pronto las actividades culinarias que hemos tenido que dejar por la pandemia, donde hacíamos pizza y pasta.

 ¡A presto Sabina !

Grazia Giordano

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