MADRID – Tiene su agenda política y es evidente. Lo es también que sus aspiraciones políticas van más allá de la Comunidad de Madrid o de la presidencia del Partido Popular de Madrid. Algo que en Génova es harto conocido. Y no preocupa más de tanto. Lo que en realidad quita el sueño a la plana mayor de los populares, en este momento, es la agresividad con la que Isabel Díaz Ayuso se refiere a los sanitarios y su actitud frente a las reivindicaciones de las “batas blancas”. Reivindicaciones, estas, que no parecen un desatino: mejores condiciones de trabajo y menos pacientes citados para pasar más tiempo con ellos y brindarle la atención que se merecen.
Como suele pasar, el tema ha generado comentarios, reacciones y mucho nerviosismo. Preocupan los efectos que la actitud de Díaz Ayuso pueda tener en el electorado madrileño. Y no sólo en este. De acuerdo con el diario conservador “El Mundo”, se considera negativa la gestión del conflicto en la sanidad madrileña. Y la plana mayor de los populares está cada vez más convencida que podría perjudicar el partido que, por ahora, goza de buena salud, como lo certifican las encuestas.
En la otra orilla, el Psoe ve en el conflicto, que la presidenta de la Comunidad mantiene con los sanitarios, “una oportunidad”. Y, al mismo tiempo, un aliviadero para el foco mediático puesto, desde hace demasiado tiempo, en la “Ley del sólo el sí es sí”. La atención mediática está ocasionando un daño enorme a la imagen del Psoe y a la de su Secretario General. En especial a pocos meses de la primera cita electoral, termómetro de lo que serán las generales de diciembre.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, subrayó el desprecio con el cual Díaz Ayuso atajó las protestas multitudinarias de las “batas blancas” y destacó el cinismo con el cual la presidenta de la Comunidad de Madrid manipuló las palabras de la viuda del cineasta Carlos Saura.
En Ferraz creen que la crisis sanitaria podría ser el comienzo del fin para Díaz Ayuso. Y una oportunidad para Juan Lobato, quien aspira a la presidencia de la Comunidad de Madrid. De rebote, también para Reyes Maroto, candidata socialista a la alcaldía.
Es normal que el Psoe intentara evitarlo. La “Ley del solo sí es sí” se ha vuelto una pesadilla. En Ferraz quieren cerrar este capítulo lo antes posible y dejar atrás un dolor de cabeza que no les deja dormir. Mas, no contaban con la jugada de Podemos que, con la ayuda de Esquerra Republicana de Catalunya y de EH Bildu, desbarató los planes del Psoe. Los independistas catalanes y vascos lograron que se pospusiera la discusión de la reforma a la “Ley del solo sí es sí” que presentara el Psoe. Consideran que al proyecto de reforma debe participar el ministerio de Igualdad y no ser iniciativa individual del PSOE. El debate en el Congreso tendrá lugar el 7 de marzo. Decimos, un día antes del “Día Internacional de la Mujer”.
Patxi López, portavoz parlamentario socialista, sin esconder su malestar dejó claro que la intención del Psoe era que se aprobara la reforma lo antes posible, para frenar el goteo de rebaja de condenas. Para eso, ahora, habrá que esperar.
Todo indica que también este 8 de marzo las mujeres saldrán a la calle divididas.
Si la “Ley del sólo sí es sí” se ha vuelto una pesadilla para Pedro Sánchez, la palabra “aborto” se ha transformado en un dolor de cabeza para Alberto Núñez Feijóo. La corriente más conservadora del Partido Popular ha desatado un tsunami mediático. No perdona a su presidente una expresión, para ellos, tan desafortunada como fuera de lugar.
Después de conocer la decisión del Tribunal Constitucional que rechazaba el recurso de los populares y avalaba en su totalidad la “Ley de Plazos del Aborto”, Núñez Feijóo reconocía que se trataba de “una cuestión que afecta a la mujer y también a la pareja de esa mujer y que tiene aristas morales, éticas, religiosas y filosóficas”. Expresaba que en su opinión era una ley bien construida.
“La ley de plazos actual – dijo – es una ley correcta y está vigente en otros Estados miembros de la Unión Europea”.
La polémica estaba servida. El presidente de los populares ha asegurado que mañana contestará a las preguntas de los periodistas. Su intención es zanjar el debate interno. En el mientras tanto, en Génova han dejado bien claro que para los populares el aborto sigue sin ser un derecho.
A.T./Redacción Madrid