La jornada política – moción de censura, para los populares un error político

Alberto Núñez Feijóo, líder del conservador Partido Popular

MADRID – El Partido Popular seguirá intentándolo. No se sabe si logrará su propósito; aun cuando muchos opinan que no podrá. Pasan los días y Vox no pareciera dispuesto en desistir de su empeño por promover una moción de censura contra el presidente Sánchez. Confía en que Ramón Tamames, otrora líder del Partido Comunista Español, ceda a las presiones. Y acepte finalmente ser el “candidato neutral” que encabece la moción de censura. Tamames, entrevistado ayer por Xabier Fortes conductor de “La Noche en 24 horas”, no ha soltado prenda. ¿Aceptará? Por ahora, ni confirma, ni desmiente.

Los populares siguen convencidos de que hacerlo será un error estratégico y político. Por eso, Gamarra, Bendodo, Sémper y otras personalidades de los conservadores tratan de que la formación de extrema derecha escuche sus razones y entre en razón. Decimos, desista de sus intenciones.

Alberto Núñez Feijóo lo ha repetido en múltiples ocasiones. Lo ha explicado a los medios de comunicación, lo ha dicho en los corrillos del Senado, y se lo ha trasladado a Vox. No hay los números. La moción de censura estaría destinada al fracaso. Y, lo que es peor, lejos de perjudicar  la imagen del presidente del Gobierno contribuiría a robustecerla. Además, podría tener repercusión en los electores de izquierda; ahora, cuando menos en apariencia, desmotivados y desmovilizados. Razón más que suficiente para que los populares no acompañen Vox en su aventura. ¿Escuchará la estrema derecha? Poco probable.

El presidente Sánchez, mañana, acudirá a una nueva sesión de control del Congreso. Es la primera de este año. Y, como ya es costumbre, será objeto del fuego cruzado: el de sus adversarios y el de sus socios. No se hablará solo de economía. Los temas en la mesa serán la “Ley del sólo sí es sí”, el modelo policial y el ataque yihadista en Algeciras. Casi con seguridad Cuca Gamarra, del Partido Popular, volverá sobre el tema de la “Ley del sólo sí es sí”, cuya polémica está lejos de amainar. Santiago Abascal aprovechará el atentado yihadista para solicitar al Gobierno que revierta las políticas migratorias. Las pulsaciones xenófobas y racistas son parte de su ADN. En cambio, Gabriel Rufián, no podía ser de otra manera, pedirá a Sánchez que explique cuál es el tipo de modelo policial que defiende su Gobierno. Lo hará en consideración de la presunta infiltración de agentes de la Policía Nacional en casas de Okupas y en la izquierda independentista catalán.

Sobre la “Ley del sólo el sí es sí” el presidente Sánchez volvió a hacer el “mea culpa” en un encuentro en el Congreso con  parlamentario del Psoe. Insistió en las bondades de la ley que “es buena” y aseguró que “no hay vuelta atrás”. No obstante, reconoció que “ha tenido efectos negativos”. Por ende, considera “de sentido común” proceder a su reforma. Podemos, por su parte, no se cierra a negociar con los socialistas; pero, manifestó su malestar por no haber sido avisados de que iban a presentar la proposición. Cortocircuito entre socios.

A.T./Redacción Madrid

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