La jornada política – Puigdemont, se estrecha el cerco judicial

Carles Puigdemont

MADRID – Más claro no podía ser. Para el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Carles Puigdmont es extraditable. También lo son los dirigentes catalanes quienes, al igual que el ex presidente de la Generalitat, huyeron del país en 2017.

Bélgica ya no podrá oponerse. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea considera que el juez Pablo Llarena tiene razón: el Tribunal Supremo posee todas las atribuciones para juzgar a los “fugados del process” y, por lo tanto, para emitir las correspondientes órdenes de detención europeas. El TJUE también ha indicado las “líneas rojas”. Decimos, la justicia de Bélgica podría negarse a entregar a Puigdemont de considerar que existen “deficiencias sistemáticas o generalizadas en el funcionamiento del sistema judicial”. También podría de temer que se vulnere “su derecho fundamental a un proceso equitativo”.

De esta manera, se estrecha el cerco judicial sobre el ex presidente de la Generalitat. Pocos creen que, después del pronunciamiento del TJUE, podrá evitar ser extraditado. La pelota está de nuevo en la cancha del juez Llarena, quien espera la resolución del Tribunal General de la Unión antes de tomar una decisión.

El Tribunal deberá dictaminar sobre la vigencia de la inmunidad parlamentaria de Puigdemont, quien es miembro de la Eurocámara. De fallar en contra el ex presidente de la Generalitat, el juez Llarena podrá emitir una nueva orden de aprehensión y extradición por malversación grave y desobediencia. Aun así, a Puigdemont quedaría todavía una salida, la última: convencer la justicia europea de que el independentismo es un grupo perseguido. Y, en consecuencia, sujeto a la vulneración sistemática de sus derechos. La batalla judicial todavía no ha concluido.

En cambio, la que pareciera haber concluido es la militancia política de Begoña Villacís en las filas de Ciudadanos. En la tolda naranja reina el caos. Las heridas abiertas por la pugna interna por el control del partido todavía sangran. Todos lo niegan, pero los resentimientos entre los líderes de una u otra corriente siguen intactos. El “Caso Villacís” ilustra cuan profunda es la crisis del partido que, para analistas y politólogos, agoniza y difícilmente logrará evitar su extinción.

Begoña Villacís

¿Begoña Villacís emigrará al Partido Popular? Tal vez. Pero, de darse, el fichaje no será como en el “caso de Tony Cantó”. No se le parecerá ni de lejos. De eso se ha encargado Isabel Díaz Ayuso. La presidente de la Comunidad de Madrid dejó muy claro que la vicealcaldesa no integrará la lista del Partido Popular madrileño en las elecciones autonómicas del 28 de mayo.

– Lo mejor de ese partido ya se vino conmigo – dijo. Un portazo en plena cara a Villacís para dejar claro que no habrá fichaje por ese lado.

Por lo tanto, si lo habrá, será en el partido a escala nacional. Y Alberto Núñez Feijóo abrió las puertas. Sin embargo, en Génova dejaron bien claro que no quieren corrientes internas. Además, no todos consideran que Villacís, a estas alturas, pueda aportar algo al partido. Dudan de que sea un activo útil. Para Villacís los espacios políticos son cada vez más estrechos. Sus decisiones, y su futuro, se sabrán en cuestión de día. Su partido no le ha cerrado las puertas. No aún.

Siguen las tensiones entre la CEOE y el gobierno. El presidente Sánchez, en el debate con el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo, informó del aumento del 8 por ciento del Salario Mínimo Interprofesional. Lo hizo pese al rechazo de la patronal. El incremento se aprobará en el próximo Consejo de ministros. De esta manera, el salario mínimo interprofesional se acerca al 60 por ciento del salario medio español.  Es lo que indica la Carta Social Europea y un compromiso asumido por el gobierno de coalición.

Redacción Madrid

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