Rescatadas

(Fotografía de portada: Palabras, por Zacarías Santorini)

Por Denise Armitano Cárdenas

 

En el diccionario de la Real Academia de la Lengua, en cambio, las palabras
son admitidas cuando ya están a punto de morir, gastadas por el uso,
y sus definiciones rígidas parecen colgadas de un clavo.

Gabriel García Márquez, “La mujer que escribió un diccionario”,
Notas de prensa: Obra periodística, 5, (1961-1984)

Cada reedición de “El Diccionario” suponía un duelo. La del 2014 no fue la excepción, pero no había tiempo para el bajotraer1. En pocos días debían circular los facsímiles para rescatar a las caídas.

Aparecerían en bancos de plaza, de iglesia; en parques, museos, escuelas y universidades, salas de espera, aeropuertos, trenes y autobuses. Poco durarían en las áreas de lectura de las bibliotecas. Sorprenderían entre catálogos de ofertas en supermercados, farmacias y tiendas por departamento, o en instituciones bancarias, jefaturas y hasta en los tribunales donde se impartía la durindaina2.

Se los llevarían por curiosidad y nostalgia, pero a los adéfagos3 del vocabulario los motivaría la certeza de encontrar una palacra4 para su uso o deleite, pues estos cuadernillos recogían con precisión 1350 vocablos desincorporados por las malfacientes5 autoridades de la Academia.

Surgiría entonces, la oportunidad para evitar zozobrar en el olvido: al figurar en la gran novela por venir, “aarónico”6 reivindicaría su primer lugar en el diccionario mientras que “Suerte de gallinoso7 y “Lágrimas de cocadriz8 coronarían los éxitos del rock en español.

Y aunque se corriera el riesgo de que, por manidas, ciertas palabras se tornaran insoportables, la discusión acerca de si hubiera sido preferible tener por destino la tumba en vez de un lugar común no podía sino ser beneficiosa para las expulsadas del 2014, ahora ergullidas9 y más vivas que nunca.

Nota: quienes desconozcan el significado de las palabras señaladas, no las busquen en “El Diccionario”, porque ya no están. Enclaren10 dudas a continuación.


1 Bajotraer: Abatimiento, humillación.

2 Durindaina: Justicia, por referencia a Durandal la espada de Roldán.

3 Adéfago: Voraz, glotón, que come mucho.

4 Palacra: Pepita de oro.

5 Malfaciente: adj. Que actúa, obra o hace el mal.

6 Aarónico: adj. Perteneciente a Aarón.

7 Gallinoso: adj. pusilánime, tímido, cobarde.

8 Cocadriz: Femenino antiguo de cocodrilo.

9 Ergullir: cobrar orgullo, envanecerse.

10 Enclarar: aclarar.

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