WASHINGTON – Demócratas y republicanos estadounidenses cierran este lunes una campaña para las elecciones legislativas de medio mandato, que se celebrarán este martes, y que giraron alrededor de la economía y la vigencia de la democracia.
En los comicios se renovarán parte del Senado (35 de 100 escaños), la totalidad de la Cámara de Representantes (435 congresistas) y 36 gobernaciones, así como las legislaturas estatales.
Actualmente, los demócratas tienen la mayoría en la Cámara, con 220 escaños y el Senado, que tiene dos escaños por cada uno de los 50 estados del país, está dividido a la mitad, con 50 republicanos y 50 demócratas.
Además de determinar la composición del Congreso y las autoridades regionales, las elecciones medirán el ambiente político y servirán de termómetro tanto para el presidente Joe Biden como para el exmandatario Donald Trump respecto a las presidenciales de 2024.
En medio de una inflación récord, una ola de violencia y altas tasas de migración, los sondeos favorecen a los republicanos, que tradicionalmente resultan más confiables para la población en estos temas, hacia los que enfocaron su campaña. Una reciente encuesta publicada por “The New York Times” revelaba que los electores indecisos se están dirigiendo mayoritariamente hacia los republicanos.
Joe Biden de su lado paga el precio de gobernar y llega debilitado a la cita electoral, aunque algo más recuperado del retraso que mostraba en verano. El mandatario centró su campaña el “peligro” que vive la democracia (ante un triunfo republicano) y temas como la defensa del medioambiente y la ayuda a la salud pública.
En la contienda, también se han volcado los ex presidente Barack Obama y Donald Trump, quienes viajaron a Pensilvania, estado considerado clave para las votaciones de mañana y las presidenciales del 2024.
Obama acompañó a Biden en un mitin en Filadelfia, mientras a 300 kilómetros de distancia, Trump asistía a una concentración en Latrobe en las afueras de Pittsburgh.
“La verdad, los hechos, la lógica, la razón y la decencia, todo está en juego en las urnas. La democracia misma está en juego. ¡Hay mucho en juego!”, manifestó Obama en el evento.
Biden reforzó ese mismo mensaje el domingo en un acto en Nueya York, “Como ya dije antes, nos enfrentamos a uno de esos puntos de inflexión, uno de esos momentos que ocurren cada tres, cuatro o cinco generaciones. Todos sabemos en nuestro interior que nuestra democracia está en peligro”, expresó.
De su lado, Trump arremetió contra “el pequeño” evento de los demócratas, comparándolo con su “gran” multitud y pidió a sus seguidores que acudan a las urnas para provocar “una enorme ola roja”, en referencia al color tradicional del Partido Republicano.
Analistas consideran que si los republicanos ganan el Congreso, se podría esperar que la seguridad, la limitación del derecho al aborto, de la migración o del acceso a la seguridad social estén en el centro de sus preocupaciones. También podrían impedir a Joe Biden proponer leyes sobre medioambiente, control de armas o los gastos del gobierno.
El partido republicano publicó un corto programa político que gira entorno a la economía, la seguridad, las libertades y la rendición de cuentas. A este respecto varios miembros han prometido investigar sobre la retirada de las tropas de Afganistán y su gestión del Covid-19, así como seguir la investigación de su hijo, Hunter Biden, acusado de evasión fiscal y blanqueo de dinero.
