MADRID – Habrá una revisión a la baja. El Producto Interno Bruto en España, en 2022, no alcanzará los niveles esperados. La responsabilidad es de la guerra en Ucrania y de su impacto en el costo de la energía. El crecimiento de la economía, y la coyuntura macroeconómica del País, serán objeto de actualización en el próximo Consejo de ministros del 26 de abril.
El recorte en las estimaciones de crecimiento económico, de acuerdo con los duchos en la materia, podría ser de unos 3 puntos. Es decir, del 7 por ciento que se tenía previsto, el Pib español registraría tan solo un alza del 4 por ciento o poco más. Aun así, no falta quien considere esta proyección más que optimista, habida cuenta del clima de incertidumbre que reina a nivel europeo.
Es evidente que la coyuntura económica ha sufrido una transformación radical. Decimos, el precio del barril de petróleo, el año pasado se ofertaba a un precio promedio de 60 dólares. En 2022, su costo se ha incrementado en aproximadamente un 60 por ciento hasta alcanzar casi los 100 dólares. El petróleo representa alrededor del 10 por ciento de las importaciones de España. Si hay una escalada en las sanciones europeas a Rusia, el precio de barril de crudo experimentaría necesariamente un incremento. Funcas, un “think tank” que se dedica al análisis económico, considera que el precio del barril de crudo podría alcanzar hasta los 110 dólares y que el del gas podría acercarse a los 90 euros. El Gobierno, y en esto coinciden analistas económicos, está convencido de que con la “excepción ibérica”, aceptada con recelo por la Unión Europea, se logrará frenar la inflación y reducir el costo de la vida.
Al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no le quedó más remedio que reconocer que habrá una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento. Entrevistado por Susana Griso en Antena 3, Sánchez no anticipó cifras. No hizo previsiones acerca de cuán importante podría ser el “tijerazo”. Aseguró con optimismo que el país “no va a dejar de crecer”.
Redacción Madrid
