La emblemática Boutique Casablanca convierte sueños en realidades

de Carlos Dorado

Todavía recuerdo el día en el que junto a mi esposa conocimos una preciosa casa de color blanco en una zona elitista de Caracas como lo es La Castellana. Ambos contemplábamos con igual “magia” y admiración todo lo que esa casa contenía; una construcción de la década de los cincuenta, rodeada de un espacio natural de 4.000 metros cuadrados  con diversas plantas tropicales (matas de mango, helechos colgantes de árboles, buganvillas multicolor, palmeras tropicales), y lo más importante para nosotros era que ese día, hace ya 33 años, concebíamos un “sueño” que con el tiempo, el trabajo y el buen hacer, se convirtió en lo que hoy se conoce como la emblemática Boutique Casablanca de La Castellana.

Poco a poco, Casablanca fue adoptando un aspecto arquitectónico más moderno y vanguardista (siempre respetando la construcción original) en el que los espacios de la tienda se fusionan con los jardines exteriores aprovechando la luz natural, dándole esa calidez y “magia” que desde un principio habíamos percibido mi esposa y yo cuando conocimos este maravilloso lugar.

En el sueño “Casablanca”, además de estar presente un modelo empresarial vinculado con la moda de alta costura, se pretendía ir creciendo con aliados prestigiosos de las grandes firmas exclusivas en la moda europea. De manera que había el concepto de crear una tienda multimarca que poco tuviese que envidiar a las boutiques en cualquiera de las ciudades que hoy el mundo identifica con la moda. En Casablanca se venden prendas de vestir y accesorios de moda de firmas como Prada, Giorgio Armani, Dolce&Gabbana, Moncler, Roberto Cavalli, y Valentino entre otras firmas, que a su vez se integran con diferentes piezas de arte de conocidos artistas internacionales. La Boutique Casablanca fue reconocida por Vogue USA como una de las 25 tiendas “top” que hay que visitar en el mundo.  Actualmente acumula 14 tiendas en Latinoamérica convirtiéndose así, en un importante grupo empresarial de reconocida solidez financiera.

Me siento muy orgulloso y feliz de presidir junto a mi esposa (siempre creativa, e inagotable empresaria) a este icono de boutique en Caracas, y por extensión en Latinoamérica, donde se fusionan con buen gusto las más recientes tendencias de la moda, el arte, la arquitectura y la explosiva fuerza natural de las plantas tropicales. Visitar Casablanca es como hacer un “punto y aparte” al caos y a la saturación que se vive en la ciudad de Caracas, para entrar en un espacio lleno de armoniosa paz, elegancia, moda con glamour,  exquisitez en cada pieza que se ve, y respirar aires de confort, lujo y bienestar, e incluso darle rienda suelta a los sueños.

Hablando de sueños; recientemente conocimos a Nicole Halfon, una joven emprendedora, dinámica, y formada a nivel internacional en la disciplina del yoga. Actualmente es la gerente y representante en Caracas de la firma “Arayoga”. Para ella el yoga es algo más que una disciplina sana para el cuerpo; es formar parte de una “comunidad–familia” exclusiva que comparten el mismo ideal: pertenecer a un equipo de personas que a través del yoga quieren vivir experiencias únicas orientadas a desconectar del día a día  para conectar con la esencia de cada quien tanto en lo físico, como en lo mental y en lo espiritual: Y todo ello de forma equilibrada con la naturaleza y la belleza.

Lo anterior, significaba un gran reto para Nicole, quien tenía el sueño de crear en Caracas un “Estudio de élite del yoga”, inspirado en un estudio muy especial y exclusivo de esta disciplina que había conocido en Cerdeña –Italia-.

Ello significaba la captación de los mejores profesores de yoga de Caracas, de un target muy especial, y la búsqueda de un espacio ideal donde poder crear ese exclusivo “Estudio de Yoga” que ofreciera belleza conectada a la naturaleza. Recorrió diferentes espacios, y locales de Caracas que le garantizaran ese ambiente idóneo, sin éxito alguno. Y cuando ya creía que su sueño estaba perdido, alguien de confianza le propuso contactar con La Boutique Casablanca, de La Castellana, ya que probablemente allí estaba ese espacio que ella buscaba. Efectivamente, en cuanto llegó el primer día a Casablanca, y entró en la boutique viendo cada espacio, los jardines exteriores que daban luz natural fusionada con la exuberancia de las plantas tropicales, percibió toda esa “magia”, que quizás era similar a la que mi esposa y yo tuvimos en 1988, cuando descubrimos  aquella “casa blanca”.

Esta joven emprendedora, llena de ilusiones, empuje y ganas de hacer muchas cosas con su “Estudio de yoga”, empezó a ver que su sueño sólo podía hacerse realidad en nuestra Boutique Casablanca. Tras algunos acuerdos, se permitió que Nicole utilizase tanto los jardines exteriores al aire libre,  como los jardines techados de Casablanca para crear su “Estudio de yoga”. Poco a poco (y a pesar de las limitaciones que supuso la pandemia), hoy “Arayoga” de Caracas es una realidad que tiene como escenario los jardines, e incluso el techo de Casablanca, con sus hermosas vistas al Ávila,  donde se hizo un taller-evento especial de yoga que fue único en esta modalidad, y en  la reciente historia social de Caracas.

El próximo paso que se está dando en esta sinergia entre Casablanca y la firma Arayoga de Caracas, es la apertura de un pequeño bar de “bienestar”. Allí las personas que asisten a los talleres del Estudio de Yoga, al igual que los clientes exclusivos de la Boutique, tienen la oportunidad de consumir bebidas frescas y sanas (zumos verdes, agua de coco, etc.), y comidas saludables y ligeras como la quinoa, galletas de cereales integrales, etc. De esta manera, también el bar se convierte en un espacio de intercambio social e integrador de esa comunidad “top”, que se intenta crear en torno al mundo del yoga, del bienestar integral y al concepto exclusivo de ser el único “estudio top del yoga” que existe en Caracas, y en Venezuela. Por supuesto, es motivo de nuestro orgullo que todo este concepto del yoga tome como escenario exclusivo e idílico a nuestra Boutique Casablanca.

Entre Casablanca y “Arayoga” de Caracas, hemos hecho de los jardines de nuestra Boutique, un lugar en el que se dan cita diversos perfiles de personas; desde empresarios y directivos-ejecutivos de empresas, hasta personas que tenían el hábito de practicar yoga, o que les atraía esta disciplina; pero que hasta ahora no habían encontrado un lugar que ofreciese el concepto integral de salud, bienestar de calidad y conexión con la naturaleza y la belleza.  Desde la entrada por un túnel vegetal tropical, hasta que se llega a los jardines abiertos y techados en los se imparten los talleres de yoga, las personas sienten que empiezan a desconectar de sus respectivos caos (trabajo, ciudad, sociedad, etc.) para entrar en un oasis de paz, de belleza, de conexión con la naturaleza y consigo mismos, e integrarse a una comunidad que desea vivir experiencias saludables para el cuerpo y la mente. Y por qué no; tener un espacio para soñar.

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