Cinco razones para consumir frutas


Las frutas y hortalizas frescas son insustituibles para tener una alimentación equilibrada en cualquier etapa de la vida. Son alimentos saludables en la etapa juvenil y adulta, y tienen especial relevancia en la mujer en edad fértil y durante la gestación, favoreciendo una correcta formación del feto.


A continuación te damos las razones por las que todos los seres humanos deberían consumir frutas.


a) Porque ayudan al buen funcionamiento de nuestro organismo por su contenido de fibra de fibra y minerales (potasio, magnesio) y son las principales fuentes de vitaminas entre las que destacan la vitamina C, el ácido fólico y los carotenos (provitamina A), todos aquellos nutrientes esenciales para el mantenimiento de la salud.


b) Porque te ayudan a crecer gracias a los nutrientes que contienen y que son imprescindibles para cubrir las necesidades nutricionales que exige el crecimiento. Además, la presencia de estos alimentos en la dieta durante la infancia, se hace indispensable para crear hábitos alimentarios saludables.


c) Porque ayudan a controlar tu peso, el consumo de 5 raciones de frutas y hortalizas frescas al día es esencial para evitar el sobrepeso y la obesidad, y es obligatorio en las dietas encaminadas al control de peso corporal, ya que aportan pocas calorías y grasas, dan sensación de saciedad y desplazan de la dieta alimentos con mayor cantidad de calorías.


d) Porque te ayudan a prevenir enfermedades incluir raciones de frutas y hortalizas frescas contienen fitonutrientes, sustancias bioactivas que, junto con las vitaminas, minerales y fibra presentes en estos alimentos, ejercen un papel protector frente a enfermedades crónicas (cardiovasculares, cáncer, cataratas, hipertensión, osteoporosis, enfermedades neuro-degenerativas, etc.), contribuyendo a mejorar la calidad y esperanza de vida de la población.


e) Porque 5 al día: es vital


Las frutas y hortalizas frescas son insustituibles para tener una alimentación equilibrada en cualquier etapa de la vida.


La calidad de la grasa de los frutos secos, pobres en ácidos grasos saturados y ricos en insaturados (oleico, linoleico), junto con su contenido en vitamina E, y cantidades apreciables de otras vitaminas y minerales, juegan un papel importante en la prevención de afecciones cardiovasculares. Estudios epidemiológicos han puesto de relieve que los colectivos que consumen frutos secos de forma habitual, presenten un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, debido en parte al efecto reductor que ejercen sobre los niveles de colesterol plasmático. Se recomienda consumir entre una y cinco raciones a la semana de frutos secos (una ración equivale a 25 gramos de frutos secos sin cáscara).


La manera de ingerir cinco raciones frutas y hortalizas frescas al día es muy sencillo.


A las 8:00 de la mañana debemos incluir una pieza de fruta o zumo recién exprimido en el desayuno.


A media mañana comer una pieza de fruta.


A la hora del almuerzo es necesario acompañando tus comidas con una ensalada.


En la hora de la merienda puede ser un buen momento para consumir fruta.


Incluyendo platos de verduras y hortalizas en tus comidas y/o cenas.


Prueba a utilizar las verduras y hortalizas frescas como acompañamiento de tus platos y no olvides que el postre de elección debe ser fruta.


Una ración equivale a 150-200 gramos de verduras y hortalizas o 150-200 gramos de frutas.