Masistas difieren de otros partidos y apoyan compra de corbetas españolas


Ante la presencia del Presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, para estrechar relaciones políticas y comerciales con los Gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva de Brasil, Alvaro Uribe de Colombia y Hugo Chávez de Venezuela, las organizaciones políticas difirieron en sus opiniones en cuanto a las materias a tratar por los mandatarios en la ciudad suroriental de Puerto Ordaz.


Un llamado a la reflexión hizo el Presidente del partido Proyecto Venezuela, Jorge Sucre, al Mandatario español Rodríguez Zapatero, así como a los países extranjeros del grupo de amigos, sobre la venta de armas y equipos militares al Gobierno del Presidente Chávez, en virtud de que podrían ser utilizadas para armar milicias al servicio del Ejecutivo Nacional.


Dijo que «eso será el armamento necesario para esas brigadas civiles de que habla este Gobierno. Sus intenciones son armar al pueblo venezolano, no lo permita señor Rodríguez Zapatero, no permita que el pueblo se arme».


Fue tajante cuando se dirigió al mandatario extranjero al señalar que «señor Rodríguez Zapatero, que no le quepa a usted ni a la madre patria la responsabilidad de lo que ustedes sufrieron en carne propia, durante la guerra civil española (.), con sus aviones señor Rodríguez Zapatero. No permita que se repita lo que se produjo en la España (.)  Que no se repita señor Rodríguez Zapatero esa situación en Venezuela».
Agregó que le piden al jefe del Gobierno español a no contribuir «a armar al pueblo venezolano para que nos matemos entre sí. Hacemos este llamado también a todos los demás países amigos».


César Pérez Vivas, secretario general de COPEI, cuestionó nuevamente la compra de armamento por parte del Ejecutivo al señalar «la presunta creación de un mando paralelo al mando  natural».


Agregó que «la estructuración de una milicia, de una reserva militar, por encima de los contingentes ordinarios de la Fuerza Armada Nacional develan una vocación guerrerista, una vocación de confrontación (.) que un partido como COPEI tiene que rechazar. Nosotros tenemos que poner en conocimiento de todos los organismos afiliados a la democracia cristiana internacional».


COPEI enfatizó que la presunta «reserva militar que está estructurando el Gobierno no tiene como objetivo ninguna defensa internacional. El Gobierno sabe que aquí no está planteada ninguna confrontación internacional. El Gobierno lo que está buscando es atemorizar y aplastar a la disidencia interna por diferentes vías».



Mas no objeta compra


El partido Movimiento al Socialismo representado por su secretario general, Leopoldo Puchi, contradijo los planteamientos efectuados por los integrantes de Proyecto Venezuela, COPEI y otras organizaciones políticas.


No estamos de acuerdo con el planteamiento de Proyecto Venezuela ni con el planteamiento de otras organizaciones. En el caso de la compra a España se trata de una compra muy específica: de unas corbetas. Creo que es absurdo colocar esa negociación en los términos de la lucha política que estamos librando en Venezuela por la democracia. Es una compra que se hace con plena soberanía (.),  a menos que se piense que Venezuela no debe tener una fuerza armada o tener un ejército –  dijo el representante de la tolda naranja.


Recordó que nuestro país ha comprado en otras oportunidades aviones F-16 y armamentos que son importados y necesarios para el país; puesto que «la defensa nacional y la soberanía nacional, son cuestiones de estados que solamente pueden ser evaluadas en términos de la confrontación política que se vive en la actualidad en Venezuela».



Deuda Argentina ante AN


El partido COPEI instó al Ejecutivo a buscar formulas políticas para mejorar la calidad de vida de la población y exigió presentar a la Asamblea Nacional un contrato de adquisición del paquete de deuda Argentina, puesto que consideró que se trata de una operación económica que no tiene justificación.


César Pérez Vivas, secretario general de COPEI, dijo que Venezuela es un país que tiene muchas necesidades, con infraestructuras deterioradas, gran cantidad de personas desempleadas, hospitales sin dotación suficiente, por lo que «no tiene derecho el Gobierno en gastar esta suma en un país por más amigo que sea».


Dijo que el contrato de bonos argentinos lo debe negociar el Ejecutivo presentando «esa adquisición ante la Asamblea Nacional porque de acuerdo con el código civil, todo contrato de compra-venta es un contrato y si se trata de una inversión de 500 millones de dólares, que es una operación de alto riesgo, implica una convenio de interés nacional, cuya ejecución no puede ser concretada por sí mismo».