Los cancilleres de Colombia, Carolina Barco y de Venezuela, Alí Rodríguez, iniciaron ayer una reunión en Bogotá, encaminada a restablecer las relaciones diplomáticas y comerciales, afectadas tras la captura en Caracas de un jefe de la guerrilla de las FARC. Antes de ingresar a la reunión en el Palacio de San Carlos, sede de la cancillería colombiana, Barco dijo a periodistas que el objetivo de la misma es comenzar a «trabajar de una manera muy constructiva y empezar a poner a andar los programas otra vez». – Estoy absolutamente convencida de que al final del encuentro tendremos muy buenas noticias – agregó la diplomática, tras recordar que el jueves pasado se encontró con Rodríguez en Lima, durante la reunión de Ministros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela). – Vamos a trabajar acompañados de un amplio equipo para poder tocar los temas energéticos, de infraestructura, y definir un mecanismo de cooperación y coordinación – dijo Barco. Por su parte, Rodríguez, aseguró que el caso del guerrillero Rodrigo Granda, capturado en Caracas y entregado a autoridades colombianas tras el pago de una recompensa, «es una página pasada».
Voceros de la Cancillería colombiana informaron que se prevé que el encuentro entre los dos funcionarios se prolongue por espacio de unas cinco horas, al cabo de las cuales ofrecerán una conferencia de prensa.
La reunión de Barco y Rodríguez es el resultado del encuentro del pasado martes en Caracas, entre los presidentes de Colombia Alvaro Uribe, y de Venezuela, Hugo Chávez, quienes acordaron dar «vuelta a la página» de la crisis que estalló en enero por la captura de Granda, el llamado canciller de las FARC, en un hecho que Venezuela consideró una violación a su soberanía.
